Extraño mi infancia donde mi única preocupación era hacer una travesura y que mis padres no se enteraran. Extraño mi infancia, donde mi único miedo era que mis padres me castigaran. Extraño mi infancia, donde tenía amigos sinceros. Extraño molestar, correr, saltar. Extraño hasta rasparme la rodilla.
El mejor momento de la vida lo vives cuando eres niño, son los momentos más felices y divertidos. Ya cuando uno va creciendo vienen las responsabilidades con ello. Las responsabilidades implica estrés y con ello la falta de tiempo para disfrutar. Extraño la básica y la secundaria, donde podía sonreír sin preocupaciones.
Cuando eres adulto es la etapa de comportarse "serios", porque o ya trabajas y no tienes tiempo o ya tienes una familia a la cual debes mantener y dedicarle tiempo. Los fines de semana ya ni son de descanso, o tienes que ir a la universidad o debes trabajar horas extras o dependiendo el trabajo...
Cuando eres adulto debes mantenerte y suplir tus necesidades, necesidades económicas son las más preocupantes porque sin dinero no puedes ni ir a la universidad, ni pagar un pasaje (en caso de no tener vehículo propio, y si tienes, el combustible también es dinero).
Extraño a mis padres cuando me regañaban y me aconsejaban por mi bien.
Extraño pelear con mis hermanos.
Extraño llorar por los castigos que me ponían mis padres.
Extraño ser niño.
Para una mejor limpieza.
PIEL GRASOSA
Si tienes la piel grasosa, aquí encontrarás 2 buenas recetas caseras y algunas recomendaciones.
-Mezclar miel con avena es una receta muy buena. Reduce el exceso de grasa en tu cara y te la hidrata. En un recipiente coloca una cucharada de avena, y una cucharada de miel. Mezcla ambas cosas hasta obtener una pasta. Unta la pasta alrededor de tu cara y deja actuar por 20 minutos, luego retiras con un poco de agua y secas bien tu cara. Haz esto dos veces a la semana y tendrás buenos resultados.
-Yema de huevo. Echa en un recipiente una yema de huevo y bate muy bien. Al terminar, coloca en tu cara con un hisopo y deja actuar por 15 minutos, luego retiras con un poco de agua.
> Usar la crema Pond's clarant B3 rosa es muy buena para la piel grasosa. Aclara tu piel y remueve los puntos negros, granos, acné y grasa.
> Jabón Bonaven, un excelente jabón para limpiar tu cara y dejarla como un bebé. Elimina acné, alergia, bolitas de grasa, manchas, etc.
Promesa cumplida.
Todo estaba oscuro, apenas y podía ver, abrí mis ojos a la fuerza y vi a alguien frente a mí. Era aquella misma persona que me imaginaba cada noche, a la que extrañaba cada noche. Me sorprendí. Le dije: ¿qué haces aquí?, -no me respondió-.
Desperté. Me di cuenta que todo había sido otro sueño más, desde la muerte de mi prima he estado en otra dimensión, así me siento.
Como cada día hice lo habitual. Me levanté con ojos llorosos y entré al baño, me duché, me cepillé los dientes y salí. Me vestí, me maquillé y me fui al trabajo. Sin darme cuenta me quedé dormida en el trabajo y allí de nuevo estaba la misma imagen de aquella persona, pensaba que me estaba volviendo loca. Entre sueños escuché la voz de mi jefe, y la imagen de mis sueños me dijo: despierta. Rápidamente abrí los ojos y me dijo mi jefe: ¿no dormiste anoche?, le dije que sí, pero que no sabía por qué me había quedado dormida. Literal... estaba totalmente loca.
Fui a un psicólogo y le conté sobre mis sueños y la muerte de mi prima. El psicólogo me dijo que le había prometido algo a alguien y no lo había cumplido. Acabó la cita y regresé a mi casa, allí me puse a pensar en tantas promesas que he hecho y no he cumplido. Después de varios días me acordé de la más importante; la de mi prima. Le había prometido que si alguna vez ella moría, yo iría a su tumba y le llevaría flores al mes de su muerte.
Se acercaba el mes de la muerte de mi prima y fui a la mejor florería y le compré las rosas más hermosas que vi, el día que cumplió el mes fui y le llevé las rosas y le hablé a su tumba, la sentí conmigo.
Desde ese día no volví a tener sueños con esa imagen de cada noche.
Desperté. Me di cuenta que todo había sido otro sueño más, desde la muerte de mi prima he estado en otra dimensión, así me siento.
Como cada día hice lo habitual. Me levanté con ojos llorosos y entré al baño, me duché, me cepillé los dientes y salí. Me vestí, me maquillé y me fui al trabajo. Sin darme cuenta me quedé dormida en el trabajo y allí de nuevo estaba la misma imagen de aquella persona, pensaba que me estaba volviendo loca. Entre sueños escuché la voz de mi jefe, y la imagen de mis sueños me dijo: despierta. Rápidamente abrí los ojos y me dijo mi jefe: ¿no dormiste anoche?, le dije que sí, pero que no sabía por qué me había quedado dormida. Literal... estaba totalmente loca.
Fui a un psicólogo y le conté sobre mis sueños y la muerte de mi prima. El psicólogo me dijo que le había prometido algo a alguien y no lo había cumplido. Acabó la cita y regresé a mi casa, allí me puse a pensar en tantas promesas que he hecho y no he cumplido. Después de varios días me acordé de la más importante; la de mi prima. Le había prometido que si alguna vez ella moría, yo iría a su tumba y le llevaría flores al mes de su muerte.
Se acercaba el mes de la muerte de mi prima y fui a la mejor florería y le compré las rosas más hermosas que vi, el día que cumplió el mes fui y le llevé las rosas y le hablé a su tumba, la sentí conmigo.
Desde ese día no volví a tener sueños con esa imagen de cada noche.
Una chica confundida.
Hola, me llamo María y tengo 16 años. Conocí a un chico que de la nada le comencé a gustar, todo era muy lindo porque él le vivía contando a todos que yo le gustaba y que haría cualquier cosa por mí.
Comenzó todo un día que estaba sentada y él pasó y yo me quedé medio mirándolo porque pensé que era un chico que había visto antes. Yo ese día no noté que él me mirara ni nada. En fin, al día siguiente veo que pasa y se me queda viendo mientras me sonreía y me pareció raro. Los días siguientes eran iguales, y mientras pasaban más días él me tiraba besos al verme. Un día me contaron que él había estado preguntando por mí y que había dicho que yo le gustaba. Otro día había ido a un lugar cerca de donde yo estaba y desde allí se puso a mirarme y no me despegaba los ojos ni un segundo, también se ponía a llamarme.
Ya el chico me había comenzado a gustar e igual le sonreía cuando él lo hacía. Pensaba en tratarlo para ver cómo nos iba, pero él nunca se acercó.
Un día, una chica se sentó afuera de un lugar donde estaba y justo el chico iba pasando y él como que le hablaba porque ya se conocían y él pasó y no quise ni mirarlo, así que no sé si él me vio. Cuando él volvió a pasar una amiga se puso a hablar de él y la chica que estaba afuera le dijo a mi amiga que él la vivía enamorando. Desde ese día no volví a ver al chico y me sentí muy mal con eso y me quedé siempre con la duda de por qué él le decía a todos que yo le gustaba y delante de todos se ponía a enamorarme.
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