Hola, me llamo Laura y tengo 16 años.
Me gustaba un chico que iba en mi mismo instituto, llamado Ricardo, muy guapo él por cierto. Eso fue lo primero que me llamó la atención de él, su físico, sólo era atracción física.
Con el tiempo me fui acercando a todos los de mi salón y nos llevábamos muy bien todos, hacíamos fiestas en casa de alguno o alguna de ellos o ellas y pasábamos un rato genial. A veces sentía que él me observaba, quizá sólo era reflejo de mi ilusión con él.
Se empezó a acercar a mí extrañamente, era con el único que no hablaba de mi salón, me ponía nerviosa cuando se acercaba, no sabía para donde mirar ni qué decir. Se volvió muy cercano a mí y teníamos una muy bonita amistad.
Ya pasando los meses seguíamos hablando y éramos muy buenos amigos, me decía que me quería, nunca pensé que pasaría eso. Nunca pensé que el chico que tanto deseaba por propia cuenta se acercó a mí.
Se acababa el año en el instituto y escuché un grupo de chicos hablar sobre mí, pero no alcancé escuchar tanto. Entonces, me acerqué a ellos y le pregunté qué decían de mí y me dijeron, para que no te sigas haciendo ilusiones con Ricardo, sólo fuiste un reto que tuvo que cumplir porque perdió.
Les dije: jaja, sólo lo dicen para hacerme sentir mal, pero no... ya llevamos meses de amigos y no lo creo de él. Ellos me dijeron: claro, el reto fue hasta que terminara el año, tonta. Me fui sin decir 1 sola palabra y me encontré a Ricardo, y le pregunté: ¿Es cierto que sólo fui parte de un juego? no me lo negó...
Me fui llorando y me siguió, le dije que no lo quería ver más, que se alejara de mí y me gritaba: estos meses fueron suficiente para darme cuenta que te quiero, en serio.
No hice caso a sus palabras y en el instituto ya faltaba 1 semana para salir, iba y no hablaba con nadie. Terminó el año y no los volví a ver más, me dediqué a superarlo, estaba cansada de tantas decepciones, nunca le perdonaré que haya jugado conmigo aunque me siga insistiendo.
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