Necesitamos a los otros.


Nosotros solos no podemos cubrir todas las necesidades que tenemos. No hubiéramos nacido si no hubieran existido nuestros padres, ni hubiéramos sobrevivido si, cuando éramos pequeños, no nos hubieran alimentado, cuidado, protegido.

También ahora necesitamos a los demás ¿Qué haríamos si no existieran conductores, tenderos, médicos, profesores, albañiles...? No podíamos desplazarnos a lugares distantes, ni tomar alimentos frescos, ni curarnos, ni aprender cosas nuevas, ni tener una casa confortable...

Necesitamos a los amigos.


¿Qué haríamos si no tuviéramos amigos? ¿Y si tuviéramos que vivir siempre solos o aislados? No podíamos compartir nuestros sentimientos con nadie, ni realizar cosas juntos, ni asistir a un concierto, ni siquiera formar un equipo para hacer deporte.

Los amigos, las personas cercanas son quienes nos ayudan a desarrollar nuestras cualidades  y a reconocer nuestros defectos; a salir de nosotros mismos y a comprender que los otros también tienen muchas cualidades y muchas ideas de las que podemos aprender.

La amistad exige confianza.


Cualquier relación humana de amistad tiene que basarse en la confianza, ¿Qué es confiar? Es fiarse de alguien. Cuando decimos de alguien que es nuestro amigo o nuestra amiga es porque nos fiamos de esa persona. Sabemos que no nos va a traicionar y por eso depositamos nuestra confianza en ella.

El grado de confianza aumenta a medida que la persona en que confiamos se hace más cercana a nosotros. Es el caso de los amigos; solemos decir: "Confío en él", "tengo fe en él".

Amistad y confianza van unidas : no hay amistad posible y sincera sin confianza mutua. 

La confianza llega a su máxima expresión cuando amamos a una persona. Amar es confiar. Cuando más se ama a una persona más se confía en ella. Y porque amamos a esa persona nos entregamos a ella; ponemos nuestra vida en sus manos porque sabemos que no nos va a fallar.

El amor está íntimamente relacionado con la fe, por cuanto la fe es creer en alguien, confiar en alguien, amar a ese alguien.

Confianza, fidelidad y entrega son los componentes humanos de la fe, que llega a su punto culminante en el amor.

Una persona de fe es aquella que se fía, confiamos se entrega y ama. ¿De quién se fía? ¿En quién confía? ¿A quién se entrega? ¿A quién se ama? De la respuesta que demos a estas preguntas dependerá en buena medida nuestro grado de felicidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario