Todo comenzó una tarde de enero, lo vi y me cautivó desde la primera vez. Él y yo tuvimos química, me miraba y yo a él. Estábamos en una fiesta y él jalaba a mis amigas a bailar, a mí me da pena bailar en público. Esa noche con una de mis amigas me fui a recoger el cabello y a ponerme un abrigo. Estaba muy fría la noche. Al regresar, ya se habían ido mis amigas y familiares.
Acompañé a una amiga a comprar algo y allí estaba él y un primo tomando. Él nos piropeó.
Acabaron las vacaciones y me tuve que regresar a casa y no tuve oportunidad de hablarle.
Pasaron los meses y regresé en abril, el día que regresé en la tarde lo vi de lejos, tampoco tuve oportunidad de hablarle. A los 2 días de haber llegado él me habló y comenzamos a conversar, me pidió mi número de teléfono y le accedí. Entre miradas, sonrisas y risas fue inevitable no rozar los labios con los suyos, se sintió tan lindo. Fue inexplicable.
Al siguiente día, me tenía que regresar a casa muy temprano y no me pude despedir de él. Le envié un mensaje al llegar y desde ahí hablamos mucho.
En agosto regresé y lo vi con otra chica, sentí muchos celos y él lo notó y me dijo: 'Tranquila, es mi prima. Soy tuyo y eres mía.' no pude evitar besarlo y al otro día me invitó a cenar y me pidió noviazgo. Obviamente, acepté y desde ahí somos felizmente casados, llevamos 4 años. El amor a primera vista sí existe.
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