Hola, me llamo Rosa y tengo 21 años. Desde pequeña siempre me cayó muy mal un vecino llamado Miguel. No sé por qué lo odiaba, él a mí nunca me hizo nada y siempre se acercaba de buenas maneras, yo siempre lo rechacé. A los 13 años recuerdo que tuve una pelea extremada con él, lo llegué hasta a golpear, no sé qué mierda me pasaba, era una mocosa rebelde inmadura, lo admito. A la edad de 18 años como que fui madurando y cambiando, ya el odio no existía, no me caía bien ni mal. De hecho, llegué a pedirle perdón por todo lo que le hice y dije en la infancia, él siempre caballeroso me dijo: "nunca te guardé rencor, siempre me has caído bien".
Al pasar los meses, cada uno cambió de casa y me enteré por vía de unos amigos de él que a él le gustaba en la infancia, por eso siempre me aguantó todo. Lo tomé normal, aunque me sentí mal por eso. Traté de comunicarme con él para comenzar a tratarlo, ya que nunca le di la oportunidad de conversar conmigo.
Comenzamos a hablar mucho por FB y WhatsApp. Éramos como un tipo de "confidentes", íbamos a la misma Universidad, pero distinta carrera. Me contó que antes le gustaba y le pregunté si aún le gustaba y me dijo: "cosas de niño, ya todo quedó atrás y míranos... ya somos mayores con pensamientos distintos". Uhh, ¡qué golpe!
Pasó el tiempo y me contó que tenía novia y sentí algo, no sé, creo que me comenzó a gustar.
A mis 20 años, él se deja de la chica y me comenzó a tratar y me dijo: "¿recuerdas cuando me hiciste aquella pregunta?", y le dije: "claro, también recuerdo lo que respondiste". Me dijo: "pues me equivoqué de respuestas, quizás pensé que ya no te quería y quise hacer la prueba intentándolo con otra persona y ahí vi que aún te quería a ti y más que a ti, cuando la besaba pensaba en ti, cuando la miraba en sus ojos te veía a ti". Lo besé porque me pasaba lo mismo con él y me dijo: "¿Y esto significa que somos novios?", le dije: "cállate y bésame".
Y ya pueden imaginar lo demás.
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