Reflexión:
No debemos ir por ahí hablando mal de los demás, quizá algún día tú hagas daño a alguien y no creo que te agrade que por eso anden hablando mal de ti por todos lados y de tal manera, que otras personas anden juzgándote sin siquiera conocerte.
Ni Dios nos juzga, porque a pesar de todos nuestros defectos él nos ama, con toda nuestra amargura y maldad que llevamos dentro él nunca lo haría. Entonces,¿ por qué nosotros hacemos daño al prójimo? ¿Por qué no perdonar? Sería un mundo maravilloso si dialogáramos con las personas que tenemos problemas, con nuestros amigos, familiares y hermanos.
La vida está llena de piedras que nos hacen tropezar una y otra vez, pero esos errores no tienen porqué definirnos. Perdonemos a los que nos ofenden, como Dios nos perdona, y no ofendamos a los demás. Teniendo un poco de bondad llegáremos a ser mejores personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario