Érase una vez, un chico que conoció a una chica por internet. Una día acordaron verse cara a cara y el chico al verse le dijo que era la mujer más hermosa que había conocido, ese día se dieron más de un beso y no en las mejillas.
Ellos se consideraban las personas más felices en el mundo, estaban realmente enamorados. Por parte del chico no era sólo una atracción física, sino que en verdad le encantaba la chica. Para gran pena para el chico, la chica pensaba que sólo era una diversión para él y estaba arrepentida de haberse dejado tocar por él. Por tanto, la chica le mandó un mensaje diciéndole que ya no quería estar más con él, porque ella no es un objeto.
El chico muy desconcertado y desbastado por el mensaje, no dio su brazo a torcer y siguió insistiéndole porque para él es la chica de sus sueños. Le siguió mandando mensajes, etc, y la chica le correspondía los mensajes. Un día el chico desesperado y que no quería seguir esperando más se le declaró a la chica y ésta le dijo que sí...
El chico había aprendido una lección porque cuando conoció a la chica él tenía novia.
MORALEJA: Nunca trates de engañar a una mujer, tienen un sexto sentido (tenemos) que de una u otra manera llegamos a saber todo y/o imaginarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario