ASÍ ES.

Sé perfectamente que muchas veces en la vida pensamos y hasta decimos que nos queremos morir. ¿Pero, no crees que la vida es muy valiosa como para desperdiciarla? Porque todos somos muy importantes y únicos.

También muchas, pero muchas veces pensamos que todos son perfecto, pero la verdad es que no hay nada perfecto en la vida, todos somos iguales, todos tenemos el mismo derecho. Simplemente son personas que tienen cosas que tú no posees, como tú igual tienes cosas que ellos no poseen.

Muchas veces nos sentimos mal por la forma en que actuamos y/o reaccionamos, pero lo que pasa es que algunos lastimamos con más facilidad otras personas. Las virtudes de las demás personas siempre son más visibles para nosotros, que las nuestras propias.

Tenemos el ligero problema de aferrarnos mucho a algo o alguien, lo cual no está mal, pero hay que tratar de no hacerlo indispensable para nuestra vida, si te acostumbras a usar siempre lentes, nunca podrás ver bien.

Un millón de veces nos desesperamos y desilusionamos, pero si todo lo que deseamos se cumpliera, dime tú dónde estarían las sorpresas... 

Tenemos un problema increíble que es el de mirarnos en un espejo e insultarnos. Nos despreciamos a nosotros mismos, lo cual está muy mal por nosotros. No debemos hacerlo, debemos aceptar nuestra realidad tanto como el hecho de que solamente Dios puede transformar nuestra vida.  

Es tan común que nos traicionen los que considerábamos 'amigos' he ahí donde aparecen los verdaderos amigos que nos consuelan y nos apoyan. 

Por todos esos motivos y muchos más sonríe, sé feliz, vive tu vida al máximo y confía siempre en el Señor nuestro salvador. Ama la vida, no bajes los brazos nunca, no te des por vencido(a) tan rápido. 

Quizá te toquen vivir cosas difíciles pero, lo mejor está por venir. No hagas tu vida un infierno, trata de vivir la vida cada momento como si fuera el único, sí sr. 

Sólo toma con cuidado las decisiones importantes. Jamás cambies, sé tu mismo, piensa que siempre habrán personas que te querrán y te recibirán con los brazos abiertos, nunca creas que es tarde para volver a empezar o enmendar un error. Porque no hay nada imposible para Dios.

Hay una palabra clave para volver a empezar, y es PERDÓN. La que le cuesta a muchos decirla por orgullo, pero mejor pierde tu orgullo por alguien que perder a alguien por orgullo.