Me marcho.

Ahórrate tus palabras y déjame ir, nada me hará cambiar de opinión, ya me has hecho sufrir bastante ¿Que no te cansas? ¿No ves que cuando hablas me haces daño? Déjame ir y no trates de detenerme, no me supiste valorar, siempre estuve ahí para ti y tú nunca estuviste para mí, pero ahora que ves que me marcho quieres detenerme. ¡No! No soy un juguete de tu diversión, me has perdido para siempre, ve a buscar consuelo en otros brazos que los míos ya se cansaron, tal vez ahora aprendas a valorar a las personas que te quieren si no quieres que se repita la misma historia, cambia tú, tu manera asquerosa de ser, tu comportamiento tan desagradable. Analiza bien las cosas para que te des cuenta en qué fallaste. Pasa tu vida "feliz" que yo seré feliz sola.